miércoles, 4 de mayo de 2011

Fun home (Alison Bechdel)



Fun Home. Una familia tragicómica.
Alison Bechdel
Editorial Mondadori. Reservoir Books.
232 páginas.
NOVELA GRÁFICA

La mejor novela gráfica editada en España en los últimos años. El primer libro de Alison Bechdel (EE UU, 1960) da una vuelta de tuerca más al género híbrido entre el cómic y la novela.

Los que ya leímos y disfrutamos tanto a Frederick Peeters (Píldoras azules), o a Craig Thompson (Blankets), tenemos otra cita ineludible con esta brillante, divertida y muy emotiva historia. Los que no lo han hecho aún, tienen aquí una buena oportunidad para engancharse a este género.

Se trata de la autobiografía de la propia autora: la historia de un padre autoritario, (que siempre está leyendo o haciendo arreglos en la casa), y de una madre (con vocación de actriz y de pianista frustradas), que creían que se amaban, y que no terminan de convencerse de que ya son padres y las consecuencias que esto acarrea en sus vidas y en sus propios hijos.

El libro es también un recorrido íntimo por la mejor literatura universal del siglo XX, y una suerte de educación sentimental que va a llevar a la protagonista a preguntarse todo sobre sí misma y a ir sacando conclusiones que, como la vida misma, nunca dejarán de ofrecernos dudas.

La Carretera (Cormac McCarthy)




La narrativa norteamericana está viviendo el mejor momento desde que terminara la II Guerra Mundial. Entre los consagrados: Pynchon, De Lillo y Philip Roth; de los más jóvenes: Foster Wallace. Al menos al nivel de los mejores está Cormac McCarthy.

        Su última novela, la obra cumbre de una carrera llena de cumbres, es La carretera (Mondadori, 2007). Pulitzer y todos los premios del año en su país. Una historia a medias entre la Ciencia Ficción y el género apocalíptico. Tras una catástrofe, presumiblemente nuclear, un hombre y su hijo caminan por una carretera, huyendo del hambre y del frío hacia el sur, hacia el mar. Por el camino, un paisaje lleno de grises y tonos oscuros por donde no se puede ver el sol y apenas quedan seres vivos sobre la Tierra. Los hombres que quedan se agrupan en bandas que imponen el terror absoluto y que nuestra pareja protagonista va esquivando como puede. Todo apunta a una novela de género. La diferencia está en la escritura, en la economía del lenguaje que ya nos mostró McCarthy en sus otras obras y que aquí alcanza cotas de perfección con un lirismo al que sólo los grandes poetas pueden llegar. Los diálogos entre el padre y el hijo son pura poesía y pura verdad, contienen las preguntas esenciales sobre la vida y la muerte, sobre la verdad y la mentira, sobre el bien y el mal. La traducción de Luis Murillo, excelente, nos muestra un acabado muy cercano a lo que debe ser el original. Para muchos, la mejor novela de 2007.