jueves, 21 de abril de 2011

Para mí también son importantes los lugares

Escribía Peter Handke que para él siempre habían sido importantes los lugares y enumeraba los suyos favoritos, en su país o en otros países, también en España, haciendo un lento recorrido a lo largo de toda su obra. Para mí también son importantes los lugares. Aunque nunca termine de sentirme parte de ellos hay sitios que justifican la vida. Una playa en Gran Canaria, Sevilla, una plaza en Marrakech, la isla de La Palma, otra playa que acaba en una iglesia en Gijón.

        Estos últimos años ha habido uno en especial que recorría cada día, el que va de Aracenilla a Aracena por la carretera de Alájar. Cada mañana, antes de las ocho, bajaba hacia el pueblo y la imagen del castillo era cada día diferente, con el rojo que lo envuelve todo cuando aún no ha amanecido o la niebla densa que te lo va mostrando poco a poco. Me hacía sentir, usando palabras de Manuel Vicent, que cada mañana bajaba a inaugurar el mundo. Han sido cinco años habitando ese lugar. Las palabras cambian, las expresiones pueden ser diferentes: el sentimiento siempre ha sido el mismo.

        Tengo la costumbre de asomarme a películas que me gustaron y que siempre me ofrecen algo nuevo. Ayer fue el turno de Smoke, el precioso cuento de cuentos de Wayne Wang. Lo cierto es que estoy planteándome dejar de fumar y me preocupa dejarme llevar por tanta estupidez. Cuando se me pasa por la cabeza una idea así necesito que algo me disuada y qué mejor que esta historia de fumadores que conversan sin cesar. Hay una escena que ya casi tenía olvidada: Auggie, el personaje que interpreta Harvey Keitel, todas las mañanas saca una foto de la esquina de su estanco. Es su lugar. Para él también son importantes los lugares. Hace ya varios años que lo hace y le enseña orgulloso las fotos a John —William Hurt— que inicialmente pasa las páginas muy rápido y dice: “Son todas la misma foto”.  Auggie le sugiere que las pase más despacio y entonces que sí, siempre es el mismo lugar, pero siempre es diferente: la luz, las personas, algún coche, la música. Sí, también la música.

        Si yo hubiera hecho lo mismo que Auggie estos seis años, una foto cada día de mi camino, nadie habría pensado nunca que se trataba de la misma foto. Y sólo hablo de cinco años. Los que tienen más edad que yo ya ni quieren pasar por aquel lugar. Les duele demasiado.

        Recuerdo un artículo de Juan Bonilla sobre Ring Lardner, uno de los guionistas expedientados por McCarthy en aquella Caza de Brujas particular que vivió Estados Unidos. Le preguntaron si había pertenecido o aún pertenecía al Partido Comunista Americano. Sólo dijo que si respondiera a esa pregunta se odiaría cada mañana. Un héroe de nuestro tiempo. Las personas dignas son héroes. No hay demasiados, por eso cambian tanto algunos lugares. Por eso un pasaje natural delicioso lo han convertido en un infierno de ladrillo y cemento.